La actividad de reforestación tiene ya más de 30 años de estar
realizándose en todo el país. Quizás la mayor reforestación se inicia en La
Yeguada, Alto Guarumo, Los Valles y Buenos Aires, todas ellas en la provincia de
Veraguas. En ese entonces, el Estado con el apoyo del Programa de Alimentos
(PMA) FAO, establece plantaciones de pino caribe con el objetivo de recuperar
suelos degradados y de proveer alimentos por trabajo a estas comunidades rurales
de esta provincia. Los resultados positivos de este esfuerzo puede apreciarse a
simple vista: recuperación de especies nativas del área, retorno de la fauna
silvestre, producción de madera, mejoramiento del entorno ecológico, entre
otros.
Actualmente la reforestación se ha consolidado como un negocio
forestal rentable alcanzando más de 70 mil hectáreas plantadas a la fecha (según
datos de ANAM). Sin embargo esta cifra esta muy lejos de la meta nacional de
reforestación: 2 millones de hectáreas. ¿Quienes pueden contribuir a esta noble
acción? Todos(as) sin excepción. Porque a todos(as) nos conviene plantar árboles
(ornamentales) para embellecer nuestras viviendas, barriadas, comunidades y
ciudades. También nos interesa conservar nuestros ríos para obtener agua en
cantidad y calidad; para recuperar los suelos degradados y además generar
materia prima para la industria forestal (maderables). Los árboles frutales
también nos ayudan a nuestra sana alimentación. En resumen, plantar árboles debe
ser una tarea de toda la sociedad, de acuerdo a cada necesidad.
El sector forestal en Panamá, desarrollado adecuadamente tiene
ventajas competitivas únicas. Puede inclusive generar más ingreso que el propio
Canal de Panamá, además de los servicios ambientales que generan estas
plantaciones. Hoy día las inversiones forestales son atractivas por su
crecimiento sostenido en el tiempo, por su estabilidad comercial y por su
versatilidad en generar diversos productos y servicios ambientales.
Y que decir de la necesidad de mitigar el cambio climático que
amenaza todos los sistemas ambientales del planeta. Ante esta realidad, la
reforestación se convierte en una necesidad urgente de supervivencia para la
humanidad entera. En Panamá la ANAM realiza diversos esfuerzos con apoyo de la
empresa privada y participación de estudiantes de escuelas primarias y
universidades para concienciar a la población sobre la importancia de plantar
árboles. Pero se requiere mayor participación de todos (as). Hay muchas formas
de participar para plantar un árbol y dejar nuestra huella forestal.
Todos los días no beneficiamos de la presencia de los árboles y
los bosques. Por ejemplo, de ellos se derivan bienes (madera, semillas, plantas
medicinales, animales silvestres, flores, etc.) y servicios ambientales
(producción de oxígeno, captación de carbono, protección de ríos, belleza
escénica, etc.), todos ellos muy necesarios para que las sociedades puedan
desarrollarse. Es por esto que debemos reforestar todo Panamá para que esta
convivencia Ser Humano –Naturaleza se fortalezca y se perciba como una condición
permanente y necesaria para armonizar el desarrollo con la conservación, y de
esta forma, alcanzar la sostenibilidad ambiental.
De todos nosotros depende si queremos un Panamá con una
economía verde, respetuosa de las leyes de la naturaleza. Sigamos plantando para
nuestras futuras generaciones, que ellos nos lo agradecerán eternamente, no lo
duden. Los invito a pintar de verde a Panamá. A reforestar PANAMA.www.realty-dejavu.com